Síndrome de Abstinencia al Dejar de Fumar
En ocasiones precedentes hemos hablado de cómo al dejar de fumar se inicia un camino muy fuerte y un cambio de vida de mal a bien, sin embargo también hemos dejado muy en claro que no es, ni mucho menos, un camino fácil, no, por el contrario, es un camino que requiere no solo de tu esfuerzo y de poner todo tu empeño sino también de saber resistir los efectos que dejar la nicotina conlleva. Hay que entender, y no podemos negarlo, que fumar es una adicción en toda regla pues tiene efectos psicológicos y físicos producto de la ingesta constante de nicotina y otros químicos y es normal que al dejarla el cuerpo resienta este proceso.
Y a esto, de lo que hablaremos hoy, que conocemos como síndrome de abstinencia. Cuando se tiene una adicción en la que hay presencia de químicos es algo totalmente normal que al iniciar el proceso de dejarlo el cuerpo reaccione de forma muy fuerte pues estos químicos crean cambios que, entre más largo sea el tiempo que se haya tenido su presencia, mas acentuados son, y al dejarlos y hacer que el cuerpo se adecue a su ausencia será algo poco grato y que requerirá del apoyo de nuestro equipo de soporte y de nuestra capacidad de resistencia.
CÓMO ES EL SÍNDROME DE ABSTINENCIA AL DEJAR DE FUMAR?
Para entender cómo es el síndrome de abstinencia en el caso de las personas que buscan dejar de fumar debemos comenzar por los sistemas que afectan al cuerpo y la mente cuando este proceso comienza (y debemos dejar muy, pero muy, claro, que estos son inevitables y se presentarán en algún punto del proceso pero mas seguramente en las etapas iniciales.
Dado que la presencia de la nicotina crea un desbalance químico en el cerebro, la mayoría de efectos irán de la mano del comportamiento, el primero de ellos será el desánimo y/o la tristeza en la persona que recién deja el cigarro, es como una especie de duelo. También es posible que se presenten episodios de irritabilidad o enojo resultantes de la falta de este químico en el cerebro de la persona.
Dejar de fumar también puede crear ciertas sensaciones de cansancio o de concentración debido a que uno de los efectos físicos más fuertes que causa el dejar la nicotina es un descenso continuado en la frecuencia cardiaca mientras este músculo regresa a su ritmo normal, no olvidemos que al fumar el primer cigarrillo del día dispara la presión cardiaca y el segundo hace que el corazón se mantenga a ese peligroso ritmo todo el día. También es posible que se presente un aumento de peso que va a razón de que uno de los efectos causados por la nicotina es ansiedad que se solía calmar por medio del tabaco. Sin embargo al ya no ocupar este es posible que el ex-fumador busque calmar dicha ansiedad comiendo en vez de fumando.
Por eso es importante no solo que quien decida dejar el cigarro tenga un grupo de soporte y que aquellos que van a estar cerca de ella también estén al tanto de estos cambios y así le apoyen en el camino hasta llegar a la meta final que es una vida sana y alejada del tabaco.