Cuando Fumas No Duermes Ni Despiertas Bien
Decir que el descanso de la noche es crítico para tener una buena calidad de vida es redundar en lo obvio. Cualquier médico o profesional de la salud no dudará en afirmar que nada de lo que hagamos para tener una vida de calidad servirá si no descansamos correctamente y disfrutamos de al menos ocho horas de sueño cada día. ¿Pero qué pasa cuando esto no ocurre? ¿Qué pasa cuando el sueño se interrumpe en mitad de la noche y no podemos descansar como se debe? De eso queremos hablar hoy y de cómo el fumar influye en que no tengamos el descanso adecuado.
Si, dejar de fumar es crítico cuando se trata de tener una buena calidad de vida, no hay forma ni manera de tenerla si seguimos con la adicción al cigarrillo. Eso es una verdad inocultable. Así de simple. Una buena calidad de vida jamás puede incluir el consumo de nicotina, no importa si es en mucha o en baja cantidad, la única cantidad de nicotina validad para poder vivir como se debe es cero. Sin nicotina si hay calidad de vida. Y es que este químico es tan nocivo que no solo daña pulmones y sistema circulatorio, también daña el cerebro e influye negativamente en nuestro descanso.
DEJAR DE FUMAR PARA PODER DESCANSAR
En repetidas ocasiones hemos hablado de las consecuencias que tiene en el cuerpo la ingesta de nicotina, en especial el desbalance químico que provoca en el cerebro, desbalance que tiene como resultado la aparición de desórdenes psicológicos como la ansiedad y la depresión. Desordenes que, además, no se pueden tratar con medicación como haría cualquier psiquiatra debido precisamente a la presencia de nicotina. Pues aquí es donde comienza el problema que queremos tratar. El primer enemigo de un buen descanso es la ansiedad. Pero entendamos el proceso. El consumo de nicotina, como lo hace la adicción a cualquier otra sustancia nociva, provoca que el cuerpo necesite la presencia de esta para poder funcionar, por así decir. Pero cuando esta presencia disminuye, se produce la reacción que los médicos denominan “síndrome de la abstinencia”, la cual es un tipo de ansiedad provocada con un solo fin: que el adicto consuma la sustancia para recuperar sus niveles en el cuerpo.
Seguramente en este momento alguien se preguntará que tiene que ver esto con el sueño y el descanso, bueno, en primera de cuentas recordemos que estos ataques de ansiedad no tienen un horario especifico ni hay forma en que el fumador pueda saber cuándo el nivel de nicotina está bajando en su cuerpo, así que lo usual es que el fumador se vaya a la cama en paz pero sea despertado en medio de la noche con el irrefrenable deseo de fumar (esto, contrario a lo que podría pensarse, ocurre con mucha frecuencia) lo que obviamente interrumpe el sueño y complica el volver a conciliarlo.
Si, porque el problema no es solo la interrupción sino el hecho mismo de que al fumar es más complicado conciliar el sueño. Esto da como resultado un descanso reducido y por tanto un despertar en el que el fumador se encontrará igual de agotado de cómo estaba la noche anterior antes de ir a la cama. Es así de simple. Con el paso del tiempo esto incidirá en otras patologías que harán que vayamos perdiendo la calidad de vida que queremos y merecemos. No, es crítico dejar de fumar para recuperar el nivel de descanso que merecemos.
Hablamos de una decisión de vida que no hay que esperar para tomar, que debe tomarse hoy y que debe tomarse ahora mismo. Porque dejar la nicotina es posible, claro que sí. Solo es necesario dar el primer paso: tomar la decisión. No esperes más. Es tiempo de ser libre.