¿Fumar ha afectado tu relación con otras personas?
Puede ser que tu familia haya platicado en muchas ocasiones contigo para que lo dejes; tal vez hasta te han dado un ultimátum. Quieres dejar de fumar, pero no puedes y no sabes cómo explicarle a tus allegados que no es que no lo hayas intentado en otras ocasiones, sino que la razón por la que no puedes dejar el cigarro es que crees que te proporciona placer o apoyo y que realmente conoces los riesgos y las desventajas de seguir fumando.
Ahora bien, en el trabajo o en tu grupo de amigos está bien visto que fumes porque te consideran una persona interesante, ocupada y creativa, además de que no quieres verte menos hombre o menos mujer por negarte a encender un cigarro.
Así las cosas, es normal que te sientas desorientado y lleno de dudas. Sabes que tu salud, tu bolsillo y tu entorno familiar se tambalean pero también sabes que amigos y colegas te respetan por la misma razón: fumas. ¿Hacia dónde vas a inclinarte? ¿Crees que vale la pena perder lo más valioso por unos cigarros?
¿Qué puedo hacer para mejorar mis relaciones personales?
Puedes comenzar con asegurar que sabes lo que el cigarro le causa a tu salud y a tu bolsillo y que no fumas porque así lo quieres, sino por la sensación de poder y aceptación que experimentas al fumar. Por otro lado, rodéate y charla con personas que hayan seguido algún método para dejar de fumar, deja que te cuenten cómo pensaron que estarían enganchados de por vida y lo maravilloso que les resulta haber dejado el cigarro para siempre.
Abre tu mente y toma consciencia de que la necesidad de un cigarro no es más que una ilusión y que fumar solamente destruye tu confianza y te vuelve irritable y nervioso. No caigas en el juego de ponerte de mal humor con todo el mundo para que te digan que te fumes un cigarro y te tranquilices; al contrario, piensa que posees la sensatez y el coraje para dejar el cigarro y que más pronto de lo que piensas, serás libre.