Al levantarte, ¿lo primero que haces es fumar?
Nada como un sueño reparador. Suena la alarma de tu despertador y te levantas lleno de energía… a encender un cigarro. Tu familia se queja del aroma que comienza a impregnar la casa, que antes de desayunar ya estás fumando o que no tienes otro pensamiento al despertar más que los cigarros.
¿Te suena conocida esta escena? Tal vez piensas que fumar te ayudará a comenzar tu día relajado pero la verdad es otra: la nicotina es un químico estimulante. Si te tomas el pulso al despertar, fumas y vuelves a contar tus latidos, notarás un aumento significativo en el número de pulsaciones. ¿Alguna vez has intentado no fumar en cuanto sales de la cama? Seguramente sí, aunque después te has llenado de desesperación y has deseado con todo tu ser no haber tomado la decisión de abstenerse.
O quizás fumas para matar el aburrimiento, para hacerle frente al periodo que hay entre el momento que despiertas y el momento en que pruebas el primer alimento del día. Cuando tú te fumas un cigarro, tu mente no está concentrada diciendo: “me estoy fumando un cigarro, me estoy fumando un cigarro”. La única vez que esto sucede es cuando no has fumado por un periodo largo o tratas de dejarlo.
Ocupa tu mente en otra cosa
Dejar de fumar por la mañana no tiene que ser complicado. Si tienes algo en qué ocupar tu mente, que no sea estresante, puedes pasar largos periodos distraído, sin sentir la ansiedad por la nicotina. Intenta pensar en otra cosa, escucha música relajante, leer un buen libro, platica con tus seres queridos; mantén tu mente ocupada por la mañana.
Te diré un secreto: fumar tiende a aumentar el aburrimiento y tus momentos ociosos, pues te hace sentir cansado y sin energía y en lugar de realizar una actividad dinámica, te sientas a fumar para aliviar tus nervios. No te sientas mal ni te deprimas si este es tu caso, mejor acéptalo.
La mejor decisión que podrás tomar.
No experimentarás ningún dolor físico y con la actitud mental correcta, no tendrás ningún problema. La sensación física por la ausencia de nicotina solamente se vuelve desagradable cuando la asocias con el pensamiento de “quiero un cigarro, pero no puedo”, de manera que terminarás sintiéndote privado de algo.
Lejos de perjudicarte, te estarás haciendo un favor, pues comenzarás a depurar tu cuerpo y tus días iniciarán de una mejor manera. No caigas las trampas que tu propia mente te juega y convéncete de una vez que dejar de fumar será una de las decisiones más importantes de tu vida; en un lapso corto podrás entender de pronto que no lo necesitas y te darás cuenta de que el cigarro matutino no te beneficia en nada. ¡Nunca dudes de tu decisión de dejar de fumar! ¡Tú puedes hacerlo!