dejar de fumar

¿Eres un fumador secreto?

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Llevaba tres semanas sin fumar, en uno de mis fallidos intentos por dejar el cigarro. Lo que me había empujado a dejar de fumar en esa ocasión, era la preocupación de mi esposa sobre mi jadeo y mi tos constante.

Le había dicho que yo no estaba preocupado por mi salud. Ella dijo: ‘Ya sé que no lo estás, pero ¿cómo te sentirías si tuvieras que ver a alguien que amas, destruirse poco a poco?’ Fue un argumento que no pude discutir, así que decidí hacer un intento por dejar de fumar.

El intento acabó a las tres semanas, luego de una acalorada discusión con un viejo amigo. No caí en cuenta, sino hasta varios años después, de que mi propia mente perturbada había provocado, deliberadamente, esa discusión. En el momento de la discusión me sentí realmente ofendido, pero ahora estoy seguro de que no fue una simple coincidencia, ya que nunca antes había discutido con aquel amigo, ni he vuelto a discutir con él desde entonces. Como haya sido, ya tenía el pretexto que buscaba. Necesitaba desesperadamente un cigarro y empecé a fumar otra vez.

Inventando excusas

No podía dejar de pensar en la decepción que le iba a causar a mi esposa enterarse que no había logrado dejar de fumar, así que no se lo dije. Sólo fumaba cuando estaba solo. Luego, gradualmente, empecé a fumar en compañía de amigos, hasta que llegó el momento en que todo el mundo sabía que fumaba, excepto mi esposa. Recuerdo que mientras duró la situación, estaba bastante satisfecho. Pensaba: ‘Bueno, al menos así fumo menos.’ Eventualmente, ella me acusó de seguir fumando. Yo no me había dado cuenta, pero ella me describió las veces en las que yo había provocado deliberadamente una discusión, para poder salir de la casa. En otras ocasiones, me había tardado dos horas en ir comprar cualquier tontería, y en ocasiones en las que normalmente le hubiera dicho que me acompañara, había inventado cualquier excusa para ir solo.

A medida que la división social entre fumadores y no fumadores crece, hay literalmente miles de casos en que las relaciones con los amigos o familiares se limitan o evitan debido a esta terrible dependencia. Lo peor de fumar en secreto es que refuerza la falsa idea en la mente del fumador, de que se está privando de algo. Al mismo tiempo, provoca una gran pérdida de respeto por uno mismo, pues siendo una persona honesta, se ve forzado a engañar a su familia y amigos.

Si lo piensas, verás que algo de esto te habrá ocurrido alguna vez; a lo mejor te está ocurriendo ahora.

A mí me pasó muchas veces.