dejar de fumar

¿Puedo controlar mi consumo de cigarros?

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Muchos fumadores reducen su consumo de cigarros, ya sea como un paso previo a dejar de fumar o como un intento por controlarlo. Muchos médicos y especialistas también lo recomiendan.

Es obvio que, mientras menos fumes mejor, pero, es lo peor que puedes hacer para iniciar el proceso de dejar de fumar. Son los intentos por reducir el consumo, lo que nos mantiene atrapados toda la vida.

Por lo general, después de un intento fallido por dejarlo, es cuando el fumador trata de fumar menos. Después de unas horas o días de abstinencia, el fumador dice algo como: ‘No voy a aguantar estar sin un cigarro, así que de ahora en adelante, sólo fumaré en ocasiones especiales, o bien, voy a bajar mi dosis a diez diarios. Si me acostumbro a fumar diez al día, luego será fácil bajarle un poco más.’

No te engañes

No hay nada más triste que un fumador que trata de reducir su consumo de cigarros. Sufre el engaño de que entre menos fume, menos querrá fumar. Y es justo lo contrario. Mientras menos fuma, más tiempo tiene que aguantar la ansiedad por la nicotina, más le gustan los cigarros, y peor le saben. Pero no por eso dejará de fumar. El sabor nunca ha tenido nada que ver. Si los fumadores fuman por que disfrutan el sabor, nadie fumaría más de un cigarro en su vida. ¿Lo encuentras difícil de creer? Bien, analízalo. ¿Cuál es el cigarro del día que peor sabe? El primero de la mañana, el que en invierno te hace toser y te raspa la garganta. ¿Cuál es el cigarro más preciado para la mayoría de los fumadores? ¡El primero de la mañana! ¿En realidad crees que fumas ese primer cigarro del día para disfrutar el sabor y el olor? ¿No crees que una explicación más racional sería que, en ese momento, alivias tus ocho o nueve horas de abstinencia? Mientras más tiempo llevas sufriendo la ansiedad por la nicotina mejor sientes cuando la puedes aliviar y más valoras los cigarros.

Reducir el consumo de cigarros no sólo no funciona, sino que además, es una auténtica forma de tortura. No funciona porque el fumador de inicio espera, que si puede cambiar su hábito y fumar cada vez menos, entonces al final, reducirá su deseo de fumar. Pero esto no es un hábito, es una adicción, y la tendencia natural de las adicciones es querer más y más, nunca menos y menos. Entonces para reducir su consumo, el fumador tendría que emplear fuerza de voluntad y disciplina durante el resto de su vida.

Reducir el consumo no puede funcionar, porque dependerías de usar la fuerza de voluntad y llevar una disciplina durante el resto de tu vida. Si no tienes la suficiente fuerza de voluntad para dejar de fumar, tampoco la vas a tener para reducir tu consumo. Lo más fácil, por mucho, es dejarlo por completo.