Dejar de fumar

El Tabaco en la Adolescencia

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No cabe duda que no existe una edad en la que podamos decir que es adecuado fumar, en realidad ni siquiera debería existir este destructivo vicio, pero lo que si podemos decir es que no hay peor edad para comenzar a consumir algo tan destructivo como lo es la adolescencia. Y es que estudios alrededor del mundo han demostrado que el 25% de fumadores iniciaron a consumir tabaco entre los 13 y 15 años de edad y un porcentaje mas alto entre los 15 y 18 años.
Dejar de fumar

Esto es algo sumamente serio y delicado porque es justamente en ese momento que los pulmones (órganos que son los primeros en resentir el fumar) aún no han terminado de desarrollarse y cuando se fuma, este desarrollo además de frenarse inicia un proceso degenerativo grave que se suma a los de los demás sistemas del cuerpo humano, por eso es critico que si hay un adolescente en el grupo familiar que consuma tabaco, iniciemos cuanto antes el trabajo de concienciar para que tome la decisión de dejar de fumar de inmediato.

SIN DEJAR DE FUMAR LOS ADOLESCENTE ARRIESGAN DAÑOS GRAVES EN TODO SU ORGANISMO

Pero el problema no es solo que el adolescente fume, es también el porqué. En primera instancia si alguien adulto fuma en el núcleo familiar eso ya es parte del problema y debe ser parte de la solución pues si uno va a tomar la decisión de dejar de fumar también el otro debe hacerlo.
Dejar de fumar

El otro problema que hace que los adolescentes se inicien en el vicio del tabaco se puede dividir en dos aristas, la primera correspondiente a lo accesible (y no hablamos de la parte monetaria solamente) que estos productos son y la facilidad con que se pueden obtener. Y es que a pesar de las campañas y regulaciones enfocadas en evitar su venta a menores, estas solo son efectivas en las grandes tiendas de autoservicio y centros comerciales pero en las tiendas pequeñas (conocidas también como tiendas de barrio) esto no se aplica en absoluto.

Además tenemos que agregar que no solo se consume tabaco fumando, también existen otras variedades y formas de consumirlo (y si, todas contienen nicotina) como por ejemplo el tabaco masticable o el tabaco que se consume en pipas (aunque este es de menor uso de parte de los jóvenes) cualquiera de estas formas tiene la misma capacidad de provocar el mismo tipo de adición que el tabaco que se fuma.

Si a esto agregamos que el cine y la televisión son financiadas por las grandes tabacaleras para que utilicen sus canales (películas, programas) para promocionar sus productos, nos damos cuenta que la presión para que los jóvenes caigan en el consumo son muchas, pero eso no significa que debamos claudicar. Si nos damos a la tarea de enseñar a los jóvenes las consecuencias de consumir tabaco (en toda su extensión y en toda su crudeza) podremos lograr el cambio necesario para que dejen la nicotina cuanto antes, recordemos que solo prohibir las cosas tendrá un efecto contrario al deseado.

El momento es ahora, el adolescente busca experimentar, está en su naturaleza, pero es nuestro trabajo de adultos el que hacerles ver el peligro al que se exponen consumiendo tabaco.