¿ESTARÉ BIEN AL DEJAR DE FUMAR?
Esta es una pregunta muy interesante y que muchas personas se hacen cuando toman la decisión de dejar de fumar y ser libres de la nicotina. Y es que luego de padecer los efectos del síndrome de abstinencia es lógico que exista temor de si podrán seguir adelante al dejar la adicción a un químico tan complejo como lo es la nicotina. Y es que de todos los químicos y demás elementos nocivos que los cigarrillos hacen ingresar al cuerpo humano, es esta la que crea la adicción. También es verdad que muchas veces una persona que deja una adicción no se siente particularmente bien y que los testimonios de estas personas, más allá de denotar que pudieron vencer en su lucha, causan temor en los demás.
A esto debemos agregar que muchos temen recaer una vez que lo hayan dejado o que si están cerca de alguien que consuma tabaco no puedan resistir el deseo de fumar y así volver de nuevo al lugar del que salieron. Bueno, todo esto es válido, pero no por ello debe ser cierto. Y es que no lo es. Claro que depende de la forma en que se dejó el cigarro, y es precisamente de lo que queremos hablar en esta ocasión.
DEJAR DE FUMAR ES DEJARLO PARA SIEMPRE, NO HAY VUELTA ATRÁS
Vamos por el principio, dejar de fumar significa perder el gusto y el deseo por consumir tabaco y por ende nicotina. Pero debemos entender que es algo que no pasa de la noche a la mañana, y de allí viene el éxito del proceso, de que lleva un tiempo y de que es eso, un proceso. Un camino en el que no vas solo, vas con un grupo de apoyo que va contigo, que estará allí y que si tropiezas (porque eso pasa) te apoyará para que te levantes y sigas adelante. Ahí está el secreto.
Si, al principio será difícil, el mayor enemigo a vencer cuando se habla de dejar el cigarrillo es el síndrome de abstinencia que es precisamente el malestar y/o ataque de ansiedad producido por la necesidad del cuerpo de tener de nuevo presente la nicotina en él. Esto se produce debido a que esta sustancia provoca un desequilibrio químico en el cerebro cuando se comienza a consumir, y es este el que causa todos los problemas a posteriori. Es aquí donde el verdadero trabajo de un método exitoso comienza, porque a diferencia de las “soluciones” que implican seguir administrando nicotina al cuerpo, aquí se trabaja haciendo que poco a poco, este se vaya librando de esta sustancia.
Esta es la verdadera forma de dejar de fumar, no sustituir, no seguir administrando, sino ir liberando al cuerpo de las cadenas de la nicotina. Y reiteramos, es un proceso, un paso a paso. Por eso es que luego de él no hay riesgo de regresar al cigarro, porque simplemente no tendrás ningún deseo de consumirlo, no habrá síndrome de la abstinencia que te haga desear tomar ese cigarrillo y querer fumarlo. Y si el temor radica en que puedas relacionarte con personas que fumen, allí viene el otro detalle, cuando terminas un método como este en realidad no tienes el menor interés en estar con gente que fuma.
Por eso es que lo único necesario para que seas una persona libre, que se sienta feliz, completa y sin necesidad de basura como la nicotina en el cuerpo, entonces el tiempo es ahora, toma una decisión de vida y recupera tu libertad de una vez y para siempre.