¿Existe el FUMAR DEMASIADO?
El tema de hoy es sin duda interesante. Como dijimos en alguna ocasión muchos fumadores, temerosos del proceso para dejar de fumar, buscan una alternativa que les permita seguir fumando pero que a la vez los haga sentirse seguros de que, teóricamente, no están poniendo en peligro su salud, esto en consecuencia ha creado una especie de “mentiras piadosas” que el mismo fumador presenta a sí mismo para sentirse mejor. Pero tal cual la hemos llamado, es una mentira. Por eso queremos tratar ese punto el día de hoy.
Primero entendamos que fumar es fumar. No hay más o menos. Lo único que hay son fumadores. Los hay que fuman cinco o seis cigarrillos al día, los hay que fuman diez o quince y hay aquellos que están en el punto más profundo de la ecuación y son los que fuman varias cajetillas al día, si varias cajetillas, aquí es cuando el punto se vuelve más grave. El asunto es que justamente el problema se produce cuando un fumador que consume menos de diez cigarrillos al día se compara con el que fuma varias cajetillas. En su inocencia cree que, por consumir poco, seguramente está a salvo de padecer cosas graves a diferencia de su contraparte. La verdad, sin embargo, es muy, muy diferente.
LA ÚNICA ALTERNATIVA SANA ES DEJAR DE FUMAR. NO HAY OTRA
Tenemos que entender que, si se fuma, el riesgo está presente de padecer cáncer, de dañarse las encías, los dientes, la garganta, de sufrir un infarto, etc. ¿Porqué? Simple. Porque cualquier cardiólogo estará de acuerdo en que desde el momento mismo en que se fuma el primer cigarrillo del día se desatan las más diversas consecuencias dentro del organismo del fumador, por ejemplo, la presión sanguínea se dispara a un nivel bastante peligroso, ¿y que sucede al fumar el segundo? Esta se “engancha” a ese nivel y se mantiene así a lo largo del día. El resultado: Un desgaste acelerado del músculo cardiaco.
Claro, esto también puede dar a infartos pues si un esfuerzo adicional se pone sobre el corazón este inevitablemente llegará al colapso. El daño es grave con un solo cigarrillo, y esto es precisamente lo que desmiente la teoría de si existe el “fumar más o fumar menos”, ese primer cigarrillo al iniciar el día, tanto del fumador masivo como del fumador sencillo, tiene el mismo devastador efecto. Lo que pase de ahí en adelante solo acelerará el proceso de autodestrucción que provoca el consumo de nicotina.
Por otro lado, está el tema de dejar de fumar. Si, muchos fumadores quieren dejar el cigarro, pero temen al proceso. Temen porque piensan que será duro, que será complicado y que invariablemente volverán a fumar. Esto, para su fortuna, es totalmente equivocado. Porque si hay forma de dejar la nicotina, si hay un método comprobado, seguro y bien estructurado que permite que se recupere la libertad que el cigarro le quitó al fumador. Pero requiere de algo, requiere que el interesado de el primer paso. Y ese primer paso es tomar la decisión de dejar el cigarro.
Y no hay un día especial para eso, de hecho, puede ser hoy. Hoy puedes dejar de ser esclavo del cigarro y ser libre y feliz de una vez y para siempre.