LA MUJER Y EL FUMAR
Muchas veces cuando se habla de fumar se habla de los daños generales que suceden a quienes tienen este vicio y no quieren dejarlo, daños que, si debemos reconocer, ocurrirán tanto a hombres como a mujeres sin distinción. Sin embargo, hay partes del cuerpo que son propios de cada sexo y en esta ocasión nuestro tema de discusión es precisamente el daño en particular que puede y va a sufrir una mujer que fuma en sus órganos reproductores y en el proceso como tal de la reproducción humana.
Lamentablemente el hecho de que la nicotina viaja por el torrente sanguíneo hace que pueda llegar hasta el rincón más recóndito del cuerpo humano. Y por supuesto el sistema reproductivo no es ni por asomo, excepción alguna. El problema más grave es que estos daños son silenciosos, esto es, no son visibles ni tienen síntomas y solo se sabe de su existencia cuando ponen en riesgo la vida de la mujer y del niño que está en gestación. Porque, si, en este caso, es en el momento de la gestación que las graves consecuencias de no dejar de fumar se presentan en su forma más grave.
DEJAR DE FUMAR PARA NO DEJAR DE SER MADRE
Una elección muy dura no cabe duda. Pero toda mujer que desee ser madre tiene que, en caso de ser fumadora, tomar una decisión de vida y dejar de fumar, pero ya no una decisión que le afecte de manera exclusiva sino también a su hijo por nacer. Para que entendamos mejor, uno de los padecimientos que la ciencia ha comprobado con creces que son provocados por la ingesta constante de nicotina es lo que se conoce como embarazo ectópico. Este complejo nombre hace referencia al hecho de que el ovulo fecundado y por consiguiente el niño en gestación, se instalen fuera del úteromaterno.
Este es uno de los más graves padecimientos que una mujer puede padecer durante la gestación porque aquí se pone en riesgo tanto la vida de la madre como la del niño. Esto debido a que el niño se estará desarrollando en un área no apta para eso y por tal, al momento del nacimiento las complicaciones serán gravísimas pues será necesario una intervención quirúrgica, con sus riesgos naturales, para lograr el nacimiento del niño y la conservación de la vida de la madre. Y esto será así de poder la madre llegar hasta el punto final del embarazo pues esto no siempre es posible.
No lo es porque el fumar también está comprobado que puede y provoca abortos espontáneos. Pero volviendo al tema del momento del nacimiento, el punto donde se pone más en riesgo la vida de la madre se da porque la nicotina provoca, en el caso de la mujer, hemorragias no solo graves sino mucho más complicadas de controlar. Esto es algo muy muy delicado y serio. Si eres mujer y en tus planes está ser madre en un futuro, entonces el momento es ahora y el día es hoy para que tomes esa decisión que será definitiva para ese propósito a futuro, deja el cigarro. Porque dejarlo es posible. El método existe, solo tienes que dar el primer paso.