Dejar de Fumar

La Nicotina y La Depresión

El tema de hoy es de suma importancia, especialmente porque la salud mental es un tema que se ha vuelto, en sí mismo, crítico por la pandemia y la soledad en que se han encontrado muchas personas. Las enfermedades de índole psicológico se toman mucho más en serio en esta segunda década del siglo XXI de lo que se tomaron en el pasado. Y dos de las enfermedades mentales más graves son las que están relacionadas con el consumo de nicotina, esto es, con fumar: la ansiedad y la depresión.

Dejar de Fumar

Ambas tienen sintomatologías que pueden llevar, en muchos casos al suicidio o a que la persona afectada se haga daños graves. El problema se acrecienta cuando una persona que padece alguna de estas enfermedades las combina con algo tan grave como el fumar. Recordemos que fumar causa en sí mismo ansiedad a través del síndrome de abstinencia. Este se produce por un cambio en el balance de los compuestos químicos que existen en el cerebro de forma que cuando el nivel de nicotina en una persona adicta al cigarro se reduce, la reacción es crear un nivel alto de ansiedad que lleva a la persona a fumar. Esto en alguien que ya padece ansiedad, es gravísimo.

DEJAR DE FUMAR ES CLAVE PARA REDUCIR LA ANSIEDAD Y LA DEPRESIÓN

Entendamos lo siguiente, la ansiedad puede llegar a paralizar a una persona y no dejarle llevar a cabo sus actividades de todos los días, esto es sumamente grave, de hecho, en estos casos se tiene que recurrir a medicamentos específicos y control médico para poder permitirle al paciente retomar su vida diaria, pero si este paciente también fuma, el problema se agrava pues hay dos fuentes de ansiedad presentes, la primera, aquella causada por el problema psicológico raíz que la persona enfrenta, y la segunda por el consumo de nicotina, el problema aquí es que no se puede tratar de forma tan sencilla, porque un medicamento contra la ansiedad no va a eliminar la necesidad de nicotina y por tal la ansiedad creada por la necesidad de esta.

En casos como este el único tratamiento es primero dejar de fumar y luego (o de ser posible en paralelo) tratar la causa raíz de la ansiedad original. No es imposible pero tampoco es una tarea fácil. Pero es la única forma de poder resolver un problema que se ve agravado por el consumo de nicotina, y si este es voluminoso, así también será el problema.

Pero cuando las cosas son más serias es cuando se habla de la depresión, sabemos que esta puede llevar al suicidio si no se trata, debido a los pensamientos que genera en la persona que la padece. El problema se agrava cuando además se fuma, está visto que la nicotina acentúa esta sintomatología haciendo que una persona depresiva pueda llegar a momentos graves donde el suicidio puede ser una consecuencia inevitable.

Por eso es que dejar de fumar es una decisión de vida, pues si además de los daños físicos que causa el fumar, tenemos que agregar que si está presente alguna patología psicológica como las que acabamos de mencionar, la gravedad de esta puede verse incrementada de forma exponencial, y si a esto agregamos que ningún tratamiento se puede iniciar mientras se continúe fumando, esto es aún más crítico de lograr.

Porque si, dejar el cigarro es posible, con método ordenado, y un grupo de apoyo al lado, es totalmente posible. El momento es hoy, no esperes más.