La Playa, la otra víctima del Cigarro
Desde hace algunos años, sino décadas cualquier persona que tenga el mal hábito de fumar y que encima lo haga en la playa tiene un segundo mal hábito adicional: tirar las colillas en la arena pensando que es su basurero particular y que no causan absolutamente ningún problema a nada ni a nadie. Claro, esto es una absoluta y terrible falsedad. El daño que miles y miles de colillas que se dejan en las playas es simplemente monumental, al punto que si los fumadores lo entendieran, eso bastaría para que tomaran la decisión de dejar de fumar en ese instante.
DEJAR DE FUMAR PARA SALVAR LOS MARES Y QUIENES LO HABITAN
Estas al ser digeridas liberan químicos contenidos en las esponjas y los restos de tabaco y eso en la mayoría, si no en todos los casos, es fatal para estos inocentes animales. Y eso sucede también con peces y otros animales que hacen exactamente lo mismo. Luego, claro está, surge la pregunta de porqué aparecen peces, moluscos y otras formas de vida muertas «sin explicación». No, el daño que se le hace a la vida marina en particular cuando los fumadores convierten estas zonas de recreo en su cenicero y basurero particular es gravísimo.
Es menester entender que el daño que se causa al ecosistema marino marino no es poco, es mas bien irreversible a muchos niveles y mientras quienes fuman no entiendan que la única solución para contener este daño es dejar de fumar las cosas irán, irremediablemente para peor.
Y si, entendemos que muchos fumadores creen que no hay forma de dejar el cigarro, pero la verdad es que si la hay, si hay métodos que permiten tener una vida sana y libre y una vida en la que no nos llevemos por delante a formas de vida inocentes que no tienen la menor culpa de nuestros errores. El tiempo de decidir es ahora.