Lo que se controla es el “Deseo” de Fumar
Sin duda el título de nuestro artículo parecerá raro al hablar de que la intención de un método para dejar de fumar sea combatir un “deseo” sin embargo tenemos que explicar a que nos referimos con eso para que entonces se entienda el sentido que queremos darle al enunciado. Y sobre ello hablaremos en esta ocasión. Empecemos por entender que la mayoría de las acciones que toma una persona son en base a “deseos” o “impulsos” que lo llevan a ellas. El fumar no es ajeno a esto. De hecho, la razón detrás de esto es el pilar fundamental en el que se basan las grandes tabacaleras para mantener a sus clientes.
Hablamos de lo que la ciencia ha denominado “síndrome de la abstinencia” el cual se produce cuando la persona registra un bajo nivel de nicotina en la sangre y esto detona una actividad cerebral que lo hace requerir un cigarrillo para recuperar el nivel de este químico en el cuerpo. Si, de la misma forma que la sed nos hace beber agua, de esta misma forma la complejidad de la nicotina trastorna el correcto funcionamiento del cerebro por medio de un cambio radical en el balance químico que hace que este, que es el órgano másimportante y menos conocido a la vez, del cuerpo, pueda llevar a cabo todas y cada una de las operaciones vitales del ser humano.
DEJAR DE FUMAR ES CONTROLAR LA ANSIEDAD GENERADA POR LA NICOTINA
Si, este es el problema como tal y hacía donde se apunta el método para dejar de fumar: a controlar de forma orgánica la necesidad del tabaco, o más correctamente dicho, del consumo de nicotina. Como dijimos antes el consumo de este químico provoca cambios radicales en la composición química del cerebro los cuales generan, en consecuencia, reacciones, y una de ellas es la ansiedad que provoca la necesidad de consumir otro cigarrillo. La ciencia moderna ha descubierto que la ansiedad, un trastorno de orden psicológico, se origina en un desequilibrio químico en el cerebro. Por increíble que parezca se ha podido determinar que el cerebro, el órgano donde todo acontece en nuestro cuerpo, basa un alto porcentaje de su funcionamiento en químicos.
La nicotina es un químico, uno diseñado deliberadamente para crear adicción, esto es, el deseo constante por su consumo. Al fumar, la nicotina llega a la sangre y transportada por esta llega hasta el cerebro donde se aloja al mismo tiempo que comienza a desnivelar todos los químicos que en este residen buscando ir creando poco a poco la ansiedad que hará que el fumador necesite consumirla una vez y otra vez.
¿En qué consiste entonces el método que propone dejar el cigarro de forma orgánica? La respuesta es muy sencilla, en revertir, paso a paso, el mismo proceso que se llevó a cabo para que el cerebro se desequilibrara (químicamente hablando) y vuelva a su balance original. Es un trabajo que requiere tiempo y dedicación. Por eso es más efectivo que los “alternativos” que ofrecen, increíblemente, seguir consumiendo aquello que se quiere dejar. Al usar un método que lo que hace es que el cuerpo, de forma natural vaya dejando atrás la necesidad de consumo, se logra que se elimine hasta la última gota de nicotina liberando a la persona de forma efectiva de la adicción.
Pero para que esto suceda se necesidad dar el primer paso, paso que solo el interesado puede dar: tomar la decisión de dejar la nicotina de una vez y para siempre. Y ese momento puede ser hoy. La libertad está a una decisión de distancia. Y una decisión de vida, además. El momento es ahora, no esperes más.