¿Cuál es el mejor momento para dejar de fumar?
La respuesta en una sola palabra: ¡Mañana! Pero, ¿no es eso lo que dijiste ayer? ¿Y el día anterior?
La razón por la que “mañana” es la respuesta favorita de los fumadores es porque significa que no lo tendremos que hacer hoy. Sabemos que tenemos que dejar de fumar algún día, pero todavía falta mucho para ese momento, así que ya pensaremos en eso más tarde. En realidad no queremos seguir fumando, pero el miedo inmediato a sufrir un terrible trauma si lo dejamos se sobrepone al miedo de que el cigarro nos pueda matar a largo plazo.
Seguimos fumando porque, a pesar de que sabemos que mata a 1 de cada 2 fumadores, creemos que nos ayuda a relajarnos o a manejar el estrés, o que es un apoyo en nuestra vida y que nos mantiene delgados, etc. Además de estas creencias de que fumar nos da algún placer o apoyo, creemos que dejar de fumar es muy difícil y que vamos sufrir mucho. Describen la abstinencia de la nicotina como algo brutal, nos dicen que es “más difícil que dejar la heroína.” Creemos que aún si logramos dejarlo, nunca seremos verdaderamente felices y que tendremos que pasar el resto de nuestras vidas sufriendo por un cigarro.
Con estas creencias no es ninguna sorpresa que el mejor día para dejarlo sea “mañana”.
La clave para que sea fácil dejar de fumar es cambiar las creencias equivocadas que tenemos acerca de fumar y de dejar de fumar. El método de Allen Carr enseña a los fumadores a cambiar estas creencias. Cuando me di cuenta de que no había nada a qué “renunciar”, cuando me di cuenta de que como fumador pasaba varias horas sufriendo la abstinencia de la nicotina mientras estaba dormido y que era tan suave que ni siquiera me despertaba, cuando me di cuenta de que no eran los no-fumadores los que se estaban perdiendo de algo, sino los fumadores los que se pierden de una vida de: salud, energía, dinero, paz mental, autoestima y libertad, entonces me di cuenta de que podría ser fácil dejar de fumar. ¿Y sabes una cosa? ¡Así fue!