dejar de fumar

MI CUERPO YA NO QUIERE FUMAR

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Cuando se tiene el hábito de fumar siempre se asocia este vicio con una salida rápida cuando necesitamos calmarnos, como una excusa para una charla entre amigos, como parte de la sobremesa, o como un signo de masculinidad en el caso de los hombres o de sofisticación en el caso de las mujeres, sin embargo, todo esto dista mucho de la realidad.

dejar de fumar

Sin darnos cuenta o aún estando consciente de ello, estamos haciendo un daño bestial (si, esa es la palabra correcta) a nuestro organismo en general, empezando, lógicamente, por las areas donde comienza el transito de toda esa basura, la boca y la garganta. Luego siguen los pulmones y de allí comienza la reacción en cadena a todas las demás areas del cuerpo.

Es ahí cuando el cuerpo comienza a lanzar señales de que ya no quiere fumar, de que ya no quiere esa basura en sí mismo y de que nos encontramos en ese punto de no retorno donde si no tomamos la decisión de dejar de fumar, el daño será irreversible.

EL CUERPO QUIERE DEJAR DE FUMAR

Las primeras señales van sobre tu aspecto personal, primero el olor a tabaco y nicotina se impregnan en todo lo que hace incomodo estar cerca de ti, luego tus dientes comienzan a mancharse de amarillo y comienzas a tener problemas en las encías que irremediablemente llevaran a la perdida de piezas dentales.

Pero sí crees que esas son las señales más peligrosas temo que no es así. Lo siguiente va más al interior y es mucho más peligroso y delicado. Si se fuma desde joven el daño más grave es que los pulmones detienen su desarrollo lo que provocará que no puedas respirar tanto como deberías en tu vida adulta y que debas respirar más rápido y sientas que te ahogas.

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Uno de los órganos que más reciente el fumar, luego de los pulmones, es sin duda alguna tu corazón, para comenzar los cardiólogos indican que cuando fumas el primer cigarrillo del día la presión arterial se dispara a niveles peligrosos y que al consumir el segundo este nivel se queda así por el resto del día lo cual te pone en riesgo de accidentes cardiovasculares de toda indole.

Además provoca la aparición de coágulos en la sangre los cuales pueden, por si mismos causar gravísimos accidentes cardiovasculares o incluso la muerte por infartos al corazón o infartos cerebrales. Agrega a esto que el fumar es causal de enfermedades coronarias pues provoca la formación y acumulación placa en las arterias.

Y si regresamos a los pulmones notarás que no puedes respirar como antes lo hacías y que cada actividad que haces requiere de mucho mas esfuerzo pues requieres de mucho más aire para poderla llevar a cabo. La razón es muy simple: tu cuerpo no es capaz de obtener la cantidad necesaria de oxigeno en cada respiración como lo hacía antes y eso provoca que tengas que hacer más respiraciones.

Es ahí cuando notarás como tu cuerpo te comienza a decir que necesitas dejar de fumar, que le estás haciendo daño, y que si no haces algo al respecto pronto, los daños van a ser totalmente irreversibles y podrían llevarte a una muerte prematura.

Tu cuerpo solo puede darte señales, tú eres quien debe tomar la decisión de dejar de hacerle daño.