dejar de fumar

No hay Fumar Mas o Fumar menos, solo hay Fumar.

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En incontables ocasiones hemos dejado claro que el consumo de nicotina es una adicción, esto debido a que causa una dependencia físico-psicológica a la persona que consume y además de que se hace necesario un tratamiento en toda regla para poder sanar de ella. Y este proceso es necesario sin importar que clase de fumador sea el interesado, claro, algunas cosas quizá sean un poco más prolongadas pero el proceso es exactamente el mismo. Y de ello queremos conversar el día de hoy.
dejar de fumar

La mayoría de personas deciden dejar de fumar cuando las consecuencias de este mal se presentan y son, en la mayoría de los casos, irreversibles. Esto en primera instancia es una reacción y no una acción. Pero lo hacen porque creen que «no fuman mucho» o que «la cantidad de cigarrillos que consumen no es mucha» y esto les da la falsa confianza de que no están propensos a sufrir ninguna consecuencia, lo cual, claro está, es todo menos cierto.

FUMAR ES FUMAR. DEJAR DE FUMAR ES LO ÚNICO QUE SIRVE

Sean tres cigarrillos o sea una cajetilla por día, fumar es fumar. Eso es algo que se tiene que tener claro. Fumar es fumar. Al principio mencionamos la palabra que define todo este enunciado: adicción. Y el factor determinante de una adicción es que conforme pasa el tiempo la necesidad de la sustancia a la que se es adicto, en este caso la nicotina, va creciendo. Así que un fumador irá poco a poco incrementando, sin darse cuenta, la cantidad de cigarrillos que consume día a día.
dejar de fumar

Por eso es que alguien que fuma quizá comience fumando uno o dos cigarrillos al día (el falso «fumar poco») hasta encontrarse, con el paso del tiempo, fumando una o dos cajetillas por día. Claro que en este momento ya comenzarían a desarrollarse las consecuencias que resultan de consumir tabaco y por ende nicotina.

No, una persona que fuma no debe engañarse, y es nuestro trabajo como familia o amigos ayudarlos a entender esta realidad, a entender que no deben esperar a que la situación sea grave para dejar de fumar, de que hay métodos comprobados y eficaces para poder librarse de esta adicción, porque si, se necesita un método, una adicción, como dijimos al principio, no se puede dejar así como así. Y aquí es donde se origina la otra parte del problema, la que sufren quienes están al inicio del problema y consumen poco.

Estas personas creen que por consumir poco podrán dejar de hacerlo fácilmente y cuando quieran. Lamentablemente eso no es así. Cuando ya se consume tabaco de forma habitual la adicción ya está presente y por tanto no es posible dejarla «cuando yo quiera» ya es necesario utilizar un método para ir liberando al cuerpo de la necesitad de tener nicotina en si mismo.

Es una situación complicada y que debe atenderse para evitar que las consecuencias, que comienzan a germinar desde que se fuma el primer cigarrillo, avancen y se vuelvan irreversibles. Esta es una realidad inocultable y que debe entenderse como tal. No hay «fumar poco» o «fumar mucho» solo hay fumar y se debe dejar. Es la única forma de tener una vida libre y feliz.