TESTIMONIO DE UNA FUMADORA
María N.* tiene 14 años y es estudiante de secundaria. A simple vista es una estudiante como cualquier otra, sin embargo, tiene un problema que la separa de sus pares: es fumadora. Si, a tan corta edad María ya conoce lo que es la adicción al cigarro y lo destructiva que puede ser. Pero si le impresiona la edad que tiene hoy le impresionará aún más el que su primer cigarrillo lo fumó a los 11 años. Si, a los once años de edad. Y todo por desafortunado accidente. Según cuenta su madre se encontró con una cajetilla de cigarrillos en la calle y la recogió de la acera. María la encontró y se hizo con ella llevándola a su cuarto y allí comenzó su historia.
Claro, una pregunta muy interesante es de donde obtiene dinero para pagarse un vicio tan costoso como el fumar. Porque si de algo estamos seguros es de eso: es un vicio muy costoso y que requiere del consumidor acceso a recursos. Bueno, en el caso que nos atañe muchas veces usaba el dinero de su mesada, otras, intentó robarlos de las tiendas de autoservicio lo que le trajo los primeros problemas serios pues fue sorprendida y entregada a sus padres. Ya en este punto comenzamos a ver el comportamiento exacto de un adicto: conseguir la siguiente “dosis” de la forma que sea y en el momento en que la “urgencia” por consumir se produce. Esto es un problema muy muy serio. Pero lo que siguió lo es aún más.
NO DEJAR DE FUMAR ES PUERTA A OTRAS ADICCIONES MAS GRAVES
Pero una de las cosas que más nos ha impresionado de este caso es que en lugar de dejar de fumar María nos cuenta que el cigarrillo fue más bien la puerta a otra adicción más grave: el fumar mariguana. Aquí es donde las cosas se ponen más complicadas y es donde queda comprobado lo que hemos dicho siempre, que el fumar tabaco es una adicción como cualquier otra y que tiene las mismas consecuencias, y una de ellas, claro está, es el hecho de que en algún momento no bastará con el efecto de la nicotina para generar un falso “bienestar” sino que el adicto buscará algo más fuerte, en este caso (que según se sabe es de los más comunes) será el fumar mariguana.
La situación de María en este momento es estar en un programa de desintoxicación donde está buscando dejar ambos vicios a la vez comenzando por dejar de fumar hierba, al lograr esto podría lograr, de forma simultánea, dejar el cigarro también. Pero no es necesario llegar a algo tan grave, se puede detener esto mucho antes, siempre y cuando la persona que consume se dé cuenta, en primera instancia, del daño que se hace y en segunda de que si hay un método que le permitirá ser libre de una vez y para siempre. Porque si es posible, solo hay que dar el primer paso y tomar una decisión de vida y así recuperar la libertad perdida. El día es hoy y el momento es ahora.
*Nombre ficticio