Dejar el vaping

LA FATIGA Y EL VAPING

Uno de los grandes problemas del vaping es que se ha popularizado entre los jóvenes en todo el mundo bajo la falsa premisa de que son una “alternativa sana” al tabaco convencional, algo que, en variedad de ocasiones hemos dejado muy claro aquí. Es critico que esto se sepa porque los daños que causa a cuerpos en desarrollo como los de los adolescentes y jóvenes es importante. Pero de lo que hoy queremos hablar es de uno en específico y las consecuencias que este puede tener en un adolescente que no decide a tiempo dejar el vaping.

Dejar el vaping

Entre las muchas problemáticas causadas por el vaping una de las más graves, especialmente para los jóvenes es la fatiga que causa el uso frecuente de los aparatos de vapeo. Se debe saber y entender que los químicos contenidos en estos aparatos son en extremo dañinos (y no vamos a ponernos a hablar de la nicotina) y sus efectos son directos sobre el cerebro del usuario, y cuando este es un adolescente o un joven, las cosas son mucho, pero mucho más serias de lo que parece. Y la fatiga es una de ellas, no solo en si misma sino también lo que va paralelo a ella.

DEJAR EL VAPING PARA NO DEJAR LA ESCUELA

Entendamos que un adolescente o un joven tiene responsabilidades que repercutirán en su vida futura, si, hablamos del estudio, de forjarse un futuro y cuando el vaping se interpone en el camino esto puede quedar en un grave entredicho. Un adolescente o joven fatigado a causa del vapeo simplemente no será capaz de tener el mismo desempeño en clase que uno que no tiene ningún tipo de adicción. Si a esto le sumamos la ansiedad cuando el nivel de nicotina en el cuerpo se va reduciendo tendremos a un estudiante que es totalmente incapaz de mantener la atención en clase.

Dejar el vaping

Es critico que los jóvenes entiendan y aprendan que el uso de estos aparatos jamás les traerá nada bueno, muy por el contrario, pondrá en entredicho, por no decir en un riesgo gravísimo, todo su futuro. Esa fatiga que causa el no dejar el vaping, también da lugar a situaciones como dejar de socializar con amigos y familia y crea en el adicto un malsano ostracismo que degenerará, como sucede con toda adicción con la necesidad de otros elementos más potentes que empezarán por el deseo del tabaco convencional.

El estar fatigado evidentemente no tiene nada de saludable, y menos en un adolescente que necesita vivir y desarrollarse y tener experiencias, experiencias que se ven coartadas al no tener ánimo de nada y quedarse en casa todo el tiempo nada más esperando la siguiente oportunidad de inhalar la basura que se evapora en esos aparatos que, por si no se había dicho suficientemente en este blog, son hechos y comercializados por las mismas tabacaleras que hacen los cigarrillos convencionales.

No, no se debe perder más tiempo dejando que los jóvenes se hagan el daño que se hacen con estos aparatos, se debe luchar para que entiendan que de sanos no tienen nada y si hoy por hoy ya los usan, mostrarles que hay un camino mejor, una vida libre y feliz sin ellos y que solo es necesario que tomen una decisión de vida, y que mejor día que hoy para hacerlo.