Nicotina

¿Has dejado que la nicotina tenga poder sobre ti?

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Un cigarro, luego dos y cuando menos lo piensas, la cajetilla está vacía. Quienes se encuentran a tu alrededor te dicen que fumas demasiado y que nunca podrás dejar de fumar. Tú dices que puedes dejarlo cuando quieras pero comienzas a preguntarte si tienen razón o no. Tal vez te encuentras en la etapa en la que tienes un dolor de cabeza permanente causado por una presión de tos constante o sientes las punzadas continuas en la vena que corre verticalmente por el centro de tu frente y piensas lo peor. Incluso, puede que estés dándote por vencido en el intento de dejar el cigarro. ¿Te sientes identificado con estas situaciones? ¿Has llegado a pensar que la nicotina tiene algún poder sobre ti?

La nicotina: el pequeño monstruo

Seamos honestos: la nicotina es una droga de acción rápida, a veces, un sólo cigarro es suficiente para engancharte. El nivel de esta sustancia en la sangre disminuye a la mitad a los treinta minutos después de haber fumado un cigarro y llega a la cuarta parte después de una hora, lo que explica que la mayoría de los fumadores consuman hasta 20 cigarros diarios. Dejar de consumirla no debe ocasionarte un trauma terrible, debes saber que todos los síntomas son psicológicos y se deben a que te sientes privado de tu placer o tu apoyo. La única razón por la que fumas es porque necesitas alimentar al pequeño monstruo de la nicotina. La mejor manera de entender la manera sutil en la que actúa la nicotina es comparándola con comer: si comes tres veces al día, no eres consciente del hambre que tienes entre comidas; si te retrasas en la hora de tomar tus alimentos, no hay dolor físico, solamente una sensación de insatisfacción.

No trates de convencerte de que te gusta fumar, que disfrutas el sabor y el olor del tabaco. Lo único que estás haciendo es enseñar a tu organismo a convertirse en inmune con tal de recibir una dosis de nicotina. A pesar de conocer las desventajas de fumar, crees que el dejar de hacerlo te ocasionará un vacío y que tus momentos de alegría o de estrés nunca serán iguales. Es decir, por razones que solamente tú conoces, has dejado que la nicotina se apodere de tu cuerpo y de tus pensamientos, pues aunque puedes dormir diez horas y no sentir la necesidad de fumar, no puedes decir lo mismo al pasar diez horas durante el día sin encender un cigarro.

¿Qué hago para desengancharme de la nicotina

Piensa que hoy es el momento, no esperes a que sucede algo irreversible para intentar dejar la nicotina ni que es demasiado tarde para que tu organismo se acostumbre a la ausencia de dicha sustancia. Tu cuerpo es una máquina increíble, capaz de recuperarse en menos tiempo de lo que hubieras pensado y tendrás un estado de salud similar al de una persona que jamás ha probado un cigarro. Entre más profundo te encuentras en el consumo del tabaco, mejor te sientes al abandonarlo. Es posible pasar de una cajetilla diaria a cero cigarros al día e incluso puedes disfrutar del proceso.