Nicotina

¿El cigarro me ayuda a concentrarme?

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Los cigarros no ayudan a la concentración, es sólo otra ilusión.

Cuando te quieres concentrar, automáticamente tratas de evitar las distracciones, como el exceso de calor o de frío. El fumador ya vive con una distracción permanente: la ansiedad provocada por la nicotina. Así que cuando quiere concentrarse ni siquiera tiene que pensarlo. En automático prende un cigarro, elimina parte de la ansiedad por la nicotina, se concentra en lo que tiene que hacer y olvida que está fumando.
Los cigarros no ayudan a la concentración. Al contrario, evitan que te puedas concentrar, porque, con el tiempo, es imposible aliviar por completo la ansiedad por la nicotina, incluso, mientras fumas. Entonces el fumador necesita aumentar su consumo, y así el problema crece.
La concentración también se ve afectada por otra razón. El bloqueo progresivo de las arterias y las venas, debido a los venenos que contiene el tabaco, que evita que el oxígeno llegue de forma adecuada al cerebro. De hecho, tu concentración e inspiración mejoraran si dejas de fumar a medida que este proceso se revierta.

La “necesidad de fumar”, puede ser engañada.

Es el aspecto de la concentración lo que me impidió tener éxito cuando utilizaba el método de la fuerza de voluntad para dejar de fumar. Podía soportar la irritabilidad y el mal humor, pero cuando en realidad necesitaba concentrarme en algo complicado, necesitaba ese cigarro. Recuerdo muy bien el pánico que sentí cuando descubrí que no me estaba permitido fumar durante mis exámenes de contabilidad. Yo ya era un fumador empedernido y estaba convencido de que no iba a ser capaz de concentrarme durante tres horas, sin un cigarro. Pero aprobé los exámenes, y ni siquiera recuerdo haber pensado en fumar durante ese lapso; por supuesto, cuando me encontraba entre la espada y la pared, podía tolerarlo.

El verdadero problema no está en la abstinencia.

La pérdida de concentración que sufren los fumadores cuando intentan dejar de fumar, no se debe a los síntomas físicos de la abstinencia de la nicotina. Cuando eres fumador, y no te puedes concentrar en algo. ¿Qué haces? Si no estás fumando, enciendes un cigarro; pero esto no resuelve el problema. Tienes que seguir adelante, igual que lo hacen los no-fumadores. Cuando eres fumador, nunca culpas al cigarro de las cosas. Los fumadores nunca tienen tos de fumador; se engañan a sí mismos al padecer un resfriado permanente. En cambio, al dejar de fumar, todo lo que te sale mal se centra en que dejaste de fumar. Entonces, cuando no te puedes concentrar, en lugar de enfrentarlo, comienzas a pensar, ‘Si tan sólo pudiera prender un cigarro ahora, resolvería mi problema.’ Por lo tanto, empiezas a cuestionar tu decisión de haber dejado de fumar.

Si crees que fumar es una ayuda real para la concentración, entonces, sin duda, preocuparte por ello hará que no te puedas concentrar. Son las dudas, no la ansiedad física, las que causan el problema. Acuérdate: son los fumadores los que sufren la ansiedad por la nicotina, los no fumadores no la padecen.